Esteban Servat es un científico argentino que trabajó en Silicon Valley antes de regresar a la provincia de Mendoza donde creó una comunidad autosuficiente. Antes de su llegada, la comunidad local había luchado con éxito contra los megaproyectos mineros de multinacionales occidentales como Coro Mining y Barrick Gold. Diez años más tarde, el gobierno de Argentina volvió a financiar proyectos de fracking para el beneficio de multinacionales occidentales como BP o Total. Estos proyectos destruyen los paisajes de la Patagonia y amenazan la salud de sus habitantes al contaminar preciosas fuentes de agua. Los niños de las zonas con pozos de fracking están muriendo de leucemia a un ritmo tres veces superior a la media nacional. Ante esta amenaza, Esteban se convirtió en activista para frenar los proyectos.
Tras innumerables intentos de intimidación psicológica y física fue forzado al exilio en Berlín en 2019 .
Esta es su historia.
Al profundizar en los procedimientos del proyecto de fracking, Esteban descubrió un documento que delataba el enorme impacto medioambiental del proyecto. El gobierno estaba intentando esconder las evidencias y sustituir los resultados del estudio de impacto medioambiental por falsificaciones para asegurarse de que la población local no actuara y luchase contra los pozos de fracking.
Tras descubrir el documento incriminatorio, Esteban y otros activistas decidieron crear Ecoleaks, un sitio web que albergaría documentos confidenciales filtrados exponiendo escándalos medioambientales. A continuación, difundieron el documento al público.
Los residentes locales indignados se organizaron en el mayor movimiento antifracking de la historia de Argentina. Esto también provocó que el gobierno enfocara su atención en el activismo de Esteban. El gobierno presentó casos penales falsos contra Esteban y otros activistas en un intento de intimidación para mantenerlos silenciados. Tras una creciente campaña de violencia contra él y su familia, incluyendo amenazas de muerte, Esteban se exilió en Berlín, Alemania.
Una vez en Europa, se centró en la responsabilidad de los países occidentales sobre el desastre contra el que luchaba su comunidad en Argentina.
Se adentra en el colonialismo climático y la solidaridad global.
Esteban utiliza como ejemplo el fracking para mostrar cómo los países europeos están jugando un papel directo en la destrucción del medio ambiente y de las personas en primera línea de batalla de las comunidades del sur global.
Grandes compañías petroleras como BP, Total y Shell están íntimamente implicadas e incluso subvencionadas por los gobiernos europeos para adquirir enormes cantidades de tierra en Argentina destinadas al fracking en busca de petróleo mientras el fracking no está permitido por esos mismos gobiernos en su país de origen. Esto es una perpetuación directa de los métodos coloniales de opresión y extracción de recursos. Los países occidentales están usando un diferente rasero para sus proyectos en el sur global del que usan en su propia casa. Esto les permite extraer a bajo precio y enriquecerse a costa de las comunidades en primera línea que sufren las consecuencias de estas prácticas.
¿Qué pueden hacer los activistas occidentales para solidarizarse con las luchas de las comunidades al frente?
Existe una relación directa entre las luchas en primera línea, como las protestas en Mendoza contra el fracking, y los países occidentales. Las empresas con sede o propiedad en países occidentales son las que están haciendo el daño con la ayuda de sus gobiernos.
Hay acciones que los activistas occidentales pueden llevar a cabo con mayor efectividad que las comunidades que están al frente por estar más cerca de las sedes de quienes perpetúan los sistemas coloniales y por correr riesgos menores cuando son perseguidos por su activismo.
Los activistas europeos, por ejemplo, deben organizarse para obligar a las empresas multinacionales a detener el colonialismo climático. Poniéndose en contacto con las comunidades en primera línea que protestan contra procesos de extracción destructivos como el fracking y apoyarlas llevando la protesta a las puertas de las empresas y de los gobiernos cómplices.
Sabemos que este tipo de solidaridad global funciona. Echa un vistazo a este alentador vídeo de la campaña Shale Must Fall en Irlanda. Si eres una comunidad en primera línea que se enfrenta al colonialismo climático, ponte en contacto con XR COP para compartir tu historia. Dinos cómo los grupos XR de los países occidentales pueden apoyar tu lucha y nos organizaremos para ayudarte en solidaridad.
———
¿Quieres saber más sobre el activismo de Esteban?Mira esta entrevista.
Aquí está el enlace a Global Witness, una organización que documenta la violencia contra los defensores del medio ambiente.
———
¿Quieres ayudar? XR COP está recaudando fondos para ayudar a grupos de comunidades al frente (sobre todo en África) organizando acciones en el Día Mundial del Agua para llamar la atención sobre la contaminación del agua debida a la minería y otras actividades económicas, así como la falta de acceso al agua potable.
Nuestro objetivo es financiar a los más de 20 grupos que se han presentado. ¡Ayúdanos a alcanzar nuestro objetivo de 10.000 euros antes del 15 de marzo!
Dirígete a https://opencollective.com/world-water-day-14581f58.